jueves, 7 de junio de 2018

Programa iconográfico para la candelería de Mª. Stma. de la Trinidad, con motivo de la procesión magna en honor de la patrona de Málaga, Santa María de la Victoria. Año 2018.


Memoria iconográfica de la candelería de la Virgen de la Trinidad

Con motivo de la magna procesión mariana en honor a Santa María de la Victoria por el 150º aniversario de su patronazgo y el 75º de su Coronación Canónica, la Virgen de la Trinidad lucirá en su candelería un elaborado discurso iconográfico, que mostrará ante toda la ciudad, la devoción que a la Virgen se le tiene en su barrio trinitario, representada mediante símbolos que ocuparán las “marías”, es decir, las velas altas más cercanas a la imagen. Estos símbolos van enmarcados por el baldaquino característico de la Patrona, el que luce en su novena y antes le sirvió de trono.

La Virgen de la Aurora, cuyo vestigio se conserva en el barrio, justo al lado del puente del mismo nombre, aparece representada en un gallardete plateado, atributo de esta iconografía letífica.

La Virgen de la Soledad, en su cruz con sudario, formando el Ave María, institución escolar que radicaba en el barrio, actualmente en Las Delicias.

La Virgen de la Salud, como fuente de la que emana el agua que nos sana, en este caso una desbordada Fuente de la Olla, la de calle Carril, que nos da la fortaleza, sobre todo del alma, que florecida como vela rizada, emerge y alumbra.

La Virgen de la Paz, la de la Calzada, simbolizada en la blanca paloma que muestra la ramita de olivo en su pico, como reconciliación entre Dios y la humanidad, rodeada por el sol, como el de Fátima, cuyo milagro el 13 de octubre de 1917 conmovió y aun llena de fe al mundo.

La Virgen de la Amargura, “Rosa mística” del arrepentimiento y del perdón, cuyo milagro siempre se produce cuando llegamos con devoción a su blanca ermita.

La Virgen del Rocío del simpecado de Málaga, la que nos enseña que es siempre mucho mejor itinerar por esta vida de la mano de la Virgen.

Y en el resto de la candelería, como torre de marfil, la de San Pablo, florecida de azucenas, por la virginal pureza de nuestra Señora, orlada por el triángulo de la Santísima Trinidad, la que es Hija de Dios, Madre del Hijo y Esposa del Espíritu Santo.

Así caminará alumbrada la Virgen, Reina de su barrio, que por nombre lleva su nombre: Trinidad.





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